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Travesía Ilón – Rocca / Parte 2/2: Paso La Marca

Vista al cerro tronador en la travesía Ilon RoccaVista al cerro tronador en la travesía Ilon Rocca

El segundo día de la travesía Ilón – Rocca nos quedaba justamente el recorrido desde la laguna hasta el refugio. Solamente el tramo entre la laguna Ilón y el refugio Rocca es de 14 kilómetros y se puede hacer en unas 8 horas.


¿A vos también te cuesta salir de la bolsa de dormir? Sobre todo cuando sentís la nariz helada apenas te despertás. 

Pero, no queda otra. Lo mejor es ponerse en movimiento rápido y entrar en calor con un buen desayuno mientras se guarda todo de nuevo en la mochila. 

En nuestro caso, café y una preparación que tengo hecha de avena, Nestum y proteína en polvo. Sólo le agrego agua, mezclo bien y ya tengo energía para las primeras horas del día.

Perdón, una aclaración: no es que nos despertamos de repente un día en laguna Ilón. Todo esto empezó en la primer parte de la travesía que ya escribí por acá. 

Chau, Ilón

Me hubiera gustado que mi hermano conociera la laguna Ilón con mejor luz. No, tan gris y plana, como todas las horas que pasamos ahí. El Tronador apenas se dejó ver, siempre cubierto de nubes frenéticas.

Vista a la aguna Ilón con el cerro Punta negra detrás un día grisVista a la aguna Ilón con el cerro Punta negra detrás un día gris
Laguna Ilón en grises

Dejamos la playa de arena junto a la laguna y desaparecimos en el bosque a las 9 de la mañana. Empezamos algo abrigados pero sabiendo que durante el día el pronóstico prometía mucho más sol.

Nos llevamos el silencio justo a la hora en que se despertaban en el resto de las carpas. En el bosque casi que no había otro sonido que nuestros pasos o alguna ráfaga en las copas de los árboles.

Los días grises achatan todos los momentos. Me refiero a que no se diferencian las 6 de la tarde de las 9 de la mañana. Por eso, decidimos no visita de nuevo la mirada del Doctor; no íbamos a ver nada distinto. 

Preparar el agua

Antes, aprovechamos el arroyo que pasa por el fondo del valle para llenar las botellas. No es un verano tan seco como el anterior, pero no estábamos seguros de en cuánto tiempo volveríamos a encontrar agua.

Primeras vistas al cerro Tronador

En las travesías y caminatas de la zona, generalmente, se privilegia la vista al Tronador. Por eso, 5 Lagunas se hace principalmente desde Laguna Negra y en esta travesía se sale desde Ilón.

A pocos metros de dejar el bosque hacia el cerro Mar de Piedras, en un claro con vista hacia el Tronador, pudimos verlo por primera vez en el día. Había esperanzas.

En un claro del camino aparece el cerro TronadorEn un claro del camino aparece el cerro Tronador
Va asomando el Tronador

Y en ese mar de piedras entendimos su nombre. El recorrido sube por una oleada de piedras de buen tamaño. Hay que prestar atención en cada pisada y apoyar el pie en las que se vean más grandes y estables, entre pasos bien amplios.

La subida empieza desde el sur hacia el norte y en un momento se gira al oeste. Como si esa lengua de rocas fuera un cruce de avenidas. Hacia el este, a nuestras espaldas, iba apareciendo de nuevo la laguna Ilón, a los pies de los cerros Del Viento y el Punta Negra.

Vista a la laguna Ilón rodeada de bosque y los cerros Punta Negra y del VientoVista a la laguna Ilón rodeada de bosque y los cerros Punta Negra y del Viento
El Mar de Piedras a la izquierda y al fondo la laguna Ilón

También se distingue el valle de Pampa Linda y de a poco, los cerros, los valles, las piezas del rompecabezas, van encajando en el mapa de la cabeza.

Ya, cerca de las 11 de la mañana, la última subida activó el hambre. Y retrasamos una merienda hasta la parte más alta del Paso La Marca, donde veríamos, casi a la par nuestro, de nuevo al cerro Tronador.

A esta altura del trayecto, el día ya estaba definitivamente soleado pero con brisas algo frías. Ideales para estar en movimiento pero algo incómodas para estar quieto comiendo algo (aunque la vista sea el Tronador). 

Así que terminamos de compartir un alfajor y salimos de ese mirador. Emprendimos la primera bajada del día

Cumbre del Tronador desde el sendero. Enmarca la imagen unas hojas de lenga con los primeros tonos del otoñoCumbre del Tronador desde el sendero. Enmarca la imagen unas hojas de lenga con los primeros tonos del otoño
Vista al Tronador desde el Paso La Marca

Dejando el mar

Duraría cerca de una hora hasta llegar al fondo del segundo valle. Dejamos de ver el Tronador porque el sendero se interna de nuevo en el bosque. 

Va pasando cerca de claros de suelo mallinoso por donde entra el sol. Así que se va alternando la oscuridad del bosque espeso con lugares más cálidos con reflejos soleados. Pero todo el paisaje es siempre en verdes de distinto tono. Al menos ahora en verano.

Con tanto descenso, las rodillas van avisando que esto no puede seguir así mucho tiempo más. Además, ya sabés que en una travesía, la bajada de un extremo probablemente signifique una subida en el otro. 

Alguien ya estuvo acá

Cuando llegues al fondo del valle tomate el tiempo de disfrutar esos pasos. Antes que nada, porque el sendero pasa muy cerca de unas murallas de roca que se levantan en medio del bosque. Es como si la vegetación hubiera avanzado sobre las ruinas de alguna civilización antigua.

Además, el terreno es amable y el sendero bien marcado serpentea de un lado a otro esos troncos altos. Vas a ver que el límite de esta pausa en la exigencia, está en un arroyo angosto pero con buen caudal. 

El preámbulo

En ese lugar volvimos a cargar agua antes de iniciar el faldeo del cerro Constitución.

Ahora sí, se venía la última subida. En el sentido que llevábamos (hacia el Rocca) la pendiente era tal que por momentos había que ayudarse con los troncos a los costados. Así que imaginábamos la molestia para hacer el trayecto en sentido a Ilón.

En la margen pelada de vegetación del cerro Constitución pudimos ver el valle que dejamos atrás, con el claro circular que deja la laguna Huaca

Del cerro Constitución me quedó la sensación de que se va subiendo a plateas, escalones amplios y planos separados por pocos pasos.

La terraza con mejor vista

La meseta más amplia es la más alta de esta última etapa del trayecto. No es para nada la cumbre del Constitución, pero la extensión de este paso hace que se pueda disfrutar de una de las mejores vistas al cerro Tronador, extendido de este a oeste.

Imagen del cerro Tronador desde el cerro Constitución. Imagen del cerro Tronador desde el cerro Constitución.
El Tronador con el refugio Meiling a la izquierda y el Rocca a la derecha

El cerro Tronador

Al este, el valle del río Alerce. Arriba, el filo donde se apoya el refugio Meiling (que llega a verse). Recorriendo con la vista el glaciar Alerce se sigue el paso hacia el refugio Rocca, que se levanta en el Paso de las Nubes rodeado de verde con varias cascadas y los picos del cerro como telón de fondo. 

Ya más a la derecha, al oeste, se pueden ver las cascadas y lo que va quedando del glaciar del Frías.

Imagen del cerro Tronador desde el cerro Constitución. Abajo aparece el refugio Rocca y a la derecha el glaciar Frías y las cascadas más abajo.Imagen del cerro Tronador desde el cerro Constitución. Abajo aparece el refugio Rocca y a la derecha el glaciar Frías y las cascadas más abajo.
El refugio Rocca y las cascadas del Frías

Esta terraza está formado por esas lagunitas que se inundan durante el deshielo pero que para esta época (fines de febrero) son espacios amplios de suelo esponjoso rodeados de vegetación y rocas.

¡Calumnias!

En ese lugar almorzamos tranquilos, al resguardo del viento pero a la luz del sol. Alguien me dijo que dormí una hora de siesta pero no podría negarlo ni afirmarlo. Todo es posible.

La última bajada

Ya no quedaba mucho más de la travesía. Intentamos llenarnos los ojos con toda la extensión del Tronador porque sabíamos que más abajo y más cerca ya lo tendríamos muy encima.

El descenso hacia el mallín que funciona como antesala del refugio Rocca lo hicimos en una hora, alternando unas últimas pendientes hacia arriba y hacia abajo. Nuevas canaletas de arroyos, mallines y bosquecitos de lengas.

Habían pasado 7 horas desde que dejamos Ilón

En el refugio dejamos las mochilas y fuimos a recorrer las cascadas sobre las paredes del Tronador. Están a muy pocos minutos y sin el peso en la espalda se llega con la sensación de estar volando.

La hora de la cena en el refugio fue, efectivamente, una experiencia nueva.

Estuvo acompañada por una botella de vino tinto y poco a poco el murmullo de la gente y la música se fue desvaneciendo ya en el colchón de la habitación compartida. 

Una persona de pie junto a un arroyo blanco que baja desde una cascada más arribaUna persona de pie junto a un arroyo blanco que baja desde una cascada más arriba
Una cascada muy cerca del refugio Rocca

El valle del Alerce

Con tiempo de sobra

Personalmente sentí que la travesía terminó el segundo día y que en esta tercera jornada se trataría de un mero trámite

Anticipamos que, bajando el valle del río Alerce, no nos llevaría más de tres horas llegar a Pampa Linda. Y teniendo en cuenta que recién podríamos subirnos al coche a las 16hs (cuando se habilita el tráfico en sentido a la ruta 40) aproveché a llevar a mi hermano al mirador del Castaño Overa

El descenso desde el Paso de las Nubes nos llevó algo más de media hora. La última parte de la bajada me recordó a la parte más húmeda del valle del Frías.

A partir de ahí, luego de cruzar el arroyo que baja desde la laguna Alerce, el sendero ya es muy plano sin tantos matices. Excepto los verdes en el agua con sedimento del río Alerce.

El río Alerce de color verde con tonos marrones más cerca de la orilla, rodeado de Lengas y el cerro del Viento al fondoEl río Alerce de color verde con tonos marrones más cerca de la orilla, rodeado de Lengas y el cerro del Viento al fondo
El río Alerce

El trámite se estaba poniendo algo pesado y ya lo sentíamos en los hombros. El desvío al mirador del glaciar Castaño Overa lo hicimos a toda velocidad.

El apuro era, en realidad, para sacarnos las mochilas y almorzar.

Y vos, ¿esperas a llegar a ciertos hitos en el camino para descansar o simplemente paras donde estés?

Nada más importaba descansando con esas cascadas cayendo del cielo. Ni siquiera que quedaran solamente dos bananas y dos huevos duros. Justito llegamos.

una persona con mochila yendo hacia una pared con cascadas una persona con mochila yendo hacia una pared con cascadas
Visitando las cascadas del glaciar Castaño Overa

Llegamos al auto justo a las 16hs.


Todos coincidimos en que la zona del cerro Tronador es espectacular. Y mirá que trato de usar “espectacular” muy poco en este Blog. Aún recorriendo los senderos de Bariloche

¿Qué necesitás para la travesía Ilón – Rocca?

Cómo llegar a Pampa Linda en el cerro Tronador

Todo lo que hace falta para llegar a Pampa Linda lo tengo explicado en el posteo dedicado al Paso de las Nubes.

Dónde dormir en la travesía

Esta travesía pasa por dos refugios (Ilón y Rocca) y podrías usar sus servicios. Hay domos en Ilón y habitaciones compartidas en el refugio Rocca en el Paso de las Nubes.

Acá te dejo:

En Ilón podrías acampar pero en Rocca no hay opción y sólo podés pasar la noche dentro del refugio. Si vas a acampar en Ilón, necesitás tu carpa.

Cualquiera sea tu plan, acordate de llevar una bolsa de dormir.

¿Cuántas comidas hacen falta?

Haciendo la travesía en tres días y dos noches podrías programar:

No incluyo el desayuno del primer día y la cena del último porque lo harías en tu hotel o casa.

Acordate que recién a las 16 hs. se habilita el regreso desde Pampa Linda, por eso deberías considerar un almuerzo para el último día.

Últimas recomendaciones

La información oficial sobre este sendero está en barilochetrekking.com


Esta travesía tiene muchos objetivos intermedios. Las vistas al Tronador, los valles, lagunas y cascadas, el mirador del Doctor.

Pero, no los persigas. Disfrutá el momento y el lugar sin apurarte a ver qué viene más adelante o que panorama aparece después.

O hacé lo que quieras.. ¿quién soy yo para decirte lo que tenés que hacer?

Ya quisiera estar de nuevo, con el Tronador de un lado, Ilón de otro, pasándole medio alfajor a mi hermano, con el aire frío y todo.

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