Cerro O’Connor en Villa La Angostura

Para esta temporada decidí ampliar los horizontes y salir a explorar localidades cercanas a Bariloche. Aunque no es fácil alejarse del barrio, siempre hay algo nuevo por descubrir: ángulos distintos, filos y travesías.

Con el Bolsón descartado (enero lo colapsa por completo), pensé en Villa La Angostura como una alternativa interesante.

Encontré un sendero autorizado por el Parque Nacional Nahuel Huapi (PNNH) que lleva hasta la cumbre del cerro O’Connor desde un barrio cercano a Bahía Manzano.

Preparativos y primeros pasos

Como siempre, investigué en Wikiloc y encontré un track de Mario Prastalo que, además de subir al O’Connor, incluía un desvío al cerro Eya (¿se pronuncia “ella” o “eia”?). Decidí seguir ese recorrido, aunque el sendero oficial solo contempla la ida y vuelta al O’Connor por el mismo camino.

Quería evitar las multitudes típicas de un domingo de enero, así que salí temprano desde Bariloche. Sin embargo, entre el viaje y algunas dificultades para estacionar debido a un tronco que bloqueaba el camino, recién empecé a caminar a las 8:30.

La primera parte del sendero transcurre por un barrio de la villa y luego atraviesa un pinar en explotación. Finalmente, llegué al inicio oficial del recorrido, marcado con un cartel del PNNH y los primeros puntos rojos que guían todo el circuito.

Subida constante entre coihues gigantes

Desde el comienzo, el sendero presenta una pendiente constante que atraviesa un bosque espeso de coihues.

Un poco antes de alcanzar los 1300 msnm, el bosque se abre y ofrece vistas al valle del Río Bonito y las pistas del cerro Bayo. Las flores silvestres, enmarcadas por el bosque, parecían sacadas de un capítulo de Heidi.

Tras un breve descanso, salí del bosque y encaré el filo. Ahí mismo me llamó la atención la cantidad de ceniza volcánica, mezclada con granito, que hacía el ascenso algo más pesado.

filos cerro oconnor villa la angostura

Cumbre del Cerro O’Connor

Luego de algunas falsas cumbres, finalmente alcancé la cima del cerro O’Connor cerca del mediodía. Los primeros tábanos del día ya empezaban a aparecer, así que aproveché para comer algo rápido y seguir el filo hasta el desvío al cerro Eya.

panorama al sur cerro oconnor

El recorrido por los filos resultó tranquilo, con pendientes suaves y las constantes marcas rojas guiando el camino.

Cerro Eya: Una cumbre solitaria

cumbre cerro eya

El desvío al Eya me llevó a faldear algunos filos menos marcados, con pocas señales más allá de algunas pircas. A medida que avanzaba, el sol empezaba a sentirse más fuerte.

El último tramo fue más exigente, con piedras algo sueltas y arena volcánica, pero al levantar la vista encontré, casi por sorpresa, la enorme pirca que marcaba la cumbre. Desde allí, disfruté de una vista única hacia un mallín al sur y perfiles todavía desconocidos al norte.

Estas cumbres poco visitadas demandan un cuidado extra en cada paso. Las piedras están más sueltas que en otros lugares. En realidad no hace falta un precipicio para tener cuidado. Ya sabemos que una piedra suelta con un descuido puede arruinar un día o una temporada.

Regreso eterno y calor aplastante

filos cerro eya

A las 16:00, ya estaba e pleno descenso, con apenas unos sorbos de agua tibia. La bajada comenzó por el mismo filo del O’Connor, con arena volcánica oscura que, mezclada con el sudor, se quedaba pegada en la piel.

El bosque fue un alivio con su sombra, pero el calor y la falta de agua ya pasaban factura. Mi rodilla izquierda empezó a quejarse, obligándome a detenerme con frecuencia.

bosque lago

Finalmente, en un codo del sendero, apareció un arroyo. Con energías renovadas, pude completar los últimos kilómetros hasta el auto.

Explorar cumbres menos transitadas como el cerro Eya tiene su recompensa: paisajes únicos y la tranquilidad de caminar casi en soledad. Sin embargo, también exige un cuidado extra, tanto en los pasos como en la planificación.

Subestimé el calor de enero y a pesar de los dos litros de agua que llevé, me quedé corto. Lo pagué con un cansancio extra en la bajada.

El O’Connor y el Eya fueron una linda introducción a los cerros de la zona norte del PN Nahuel Huapi y Villa La Angostura.

9 comentarios en "Cerro O’Connor en Villa La Angostura"

  1. Hola Janis. Muchas gracias por compartir. Ampliando miradas y generando envidia 🙂 Pésimo lo de los tábanos en esa altura, pero bueno, hay que vivirlo todo. Cuidate con ma rodilla, que a mi me tiene la derecha (no es metáfora) me tiene perdiendo una temporada. Saludos.

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    • ¡Gracias Alberto! Sí, hay que cuidarse de la derecha (tampoco es una metáfora) ¡y las rodillas!
      Tengo un límite cerca de los 20 kilómetros en el día, donde la rodilla ya dice “hasta acá te acompañé, ahora arreglate” 😀

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  2. Muy buena explicación de tu salida , es como ir de polizonte en tu mochila y disfrutar del paseo gracias por el relato que sigan las salidas….

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  3. Muy bueno Janis.
    ¿Esta podría ser una alternativa viable en el caso de que los senderos de Bariloche estén cerrados por in#@?dios?
    No quiero despertar a la mala suerte de nadie pero el año pasado en feberero nos toco una semana de humo y pocas alternativas para caminar.
    Saludos.

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    • Toda la zona entre las localidades del Bolsón, Bariloche, VLA y SMA tienen caminatas. Incluso más lejos. No tienen la promoción de Bariloche pero siempre son una alternativa, claro.

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  4. Muy buen recorrido el O´Connor. La próxima intentaré el Eya para agrandar la experiencia. Felicitaciones por el video. Excelente como siempre.

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  5. Hermoso video, cuando se abre el bosque y deja ver ese paisaje, antes de llegar a la cima del O’connor,, me encanto, te felicito por tus videos, los veo constantemente y algunos los veo varias veces, para sacar tips, los cuales me son muy utiles, desde ya muchas gracias por lo que haces, saludos, Nestor.

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