De la primera vez que subí al pico Turista en el cerro López bajé con dos sensaciones.
Sería fácil destacar los paisajes, son alucinantes. También recordar los sonidos y el olor húmedo del bosque o el silbido del viento en la cumbre. Pero quisiera que te imagines otra sensación.
En la caminata al pico Turista, a veces trepando con las manos, me quedó el recuerdo de la suavidad en las piedras de algunos puntos del recorrido.
Ya sé, no todos percibimos la realidad igual.
Y puede que vos digas cómo puede ser que con toda esa maravilla alrededor me fije en el tacto sobre una roca.
La ruta desde el refugio hasta el Pico Turista suele estar bastante transitada. Y algunas rocas de ese camino están limadas, pulidas, erosionadas por el paso de la gente.
Sí,
e-ro-sio-na-da
por el paso de seres humanos. ¿Podés imaginarte esto?
La roca de una montaña está perdiendo la forma sólo con las pisadas de personas.
MUCHAS PERSONAS.
En el último verano todos vimos imágenes sobre el colapso de visitantes en puntos turísticos de la Patagonia. Hubo gente local enojada con la difusión que tuvieron esos espacios.
Algunos puntos eran joyas ocultas, sólo conocidas por la gente del lugar.
Y es que a veces aparecemos en hordas o manadas aplastando un lugar y modificándolo en sólo pocas semanas. La gente llega (llegamos, todos, bah) a estas playas, ríos, bosques únicos y los arruinamos con nuestro paso. Lo que dejamos atrás es erosión, basura y desechos.
Desde otro lado cuestionaban el cuestionamiento:
- ¿Qué tiene de malo compartir un nuevo rincón paradisíaco?
- ¿Por qué no puedo ir yo también?
- ¿Al final son lugares para unos pocos, solo para algunos “elegidos”?
- ¿Qué, mi plata no vale? 😉
Yo opinaba – dejá de opinar Janis, nadie te preguntó – que no veía mal la difusión. En definitiva el problema es de educación y respeto. Es lo que pensaba en ese momento.
En última instancia no está de más sumar espacios. Licuar o dispersar la concentración que cada temporada tienen los puntos turísticos más conocidos.
Pero sospechaba que el argumento contrario tenía un punto interesante e intenté averiguar un poco más del tema.
Esto es lo que encontré.
Geolocalización
Sobre todo en la última década, fundamentalmente por la masividad de las redes sociales (RRSS), cualquiera puede no solamente subir una foto de forma inmediata sino que también le agrega la ubicación exacta.
Esto se llama GEOLOCALIZACIÓN. En inglés usan el término geotag.
Y ahí estamos todos. En un recital, en un restaurante, en un mirador, viendo la realidad a través del celular. Practicando los mismos encuadres, aplicando los mismos filtros, haciendo las mismas poses.
Y subiendo la foto a Instagram apenas encontramos WIFI disponible.
No lo voy a esquivar. A mí también me toca. Yo caigo en la volteada, pierdo originalidad y mis fotos imitan otras fotos y videos.
El valle, la montaña, el río quedan ahí atrás. Sobrecogedores y a la vez humildes. Con toda su inmensidad pasan a segundo plano.
Los piecitos en el precipicio, el mate en primer plano, el postureo de espaldas mirando una cascada. Ya sabes de qué hablo, ¿no?
El foco ya no es el lugar. El foco está en nuestro ego.
Aquí empecé a preguntarme no solamente qué busco al compartir la imagen de un lugar sino también cuáles son las consecuencias.
- ¿Qué pasa con el paisaje después de publicarla?
- ¿Qué le va a suceder al lugar cuando más personas vean la imagen?
- ¿Está bien que lo muestre, lo promocione, si el espacio no está preparado para lo que está por venir?
¿Quién se beneficia?
Ese mirador, esa playa escondida, no. Y además no lo necesita.
Parece que es indefectible. El lugar, tal y como lo viste, tiene los días contados.
Al principio van a llegar algunas pocas personas. Incluso serán conscientes y lo van a cuidar. Pero la masividad va a lograr que el efecto del golpe llegue antes de la reacción.
A partir de una imagen, se crea una tendencia y se reenvía tan fácil con solamente un click. Filas de personas llenan el lugar.
¿Cuántas de esas personas lo disfrutan, saben realmente dónde están y la maravilla única que tienen alrededor y cuántas van solamente por conseguir LA FOTO?
¿Qué queda atrás? Grafitis, basura y desechos humanos.
Hace ya algunos años se plantea el problema que la masividad de las redes sociales y la difusión de lugares naturales le está haciendo al medio ambiente.
Por supuesto se impulsaron distintas medidas para suavizar las consecuencias de la promoción indiscriminada y la afluencia masiva de personas en ambientes que no están preparados (ni lo van a estar).
Porque además, pensalo: con los recursos que tenemos disponibles, ¿cuánto podés tardar entre ver la foto, encontrar el lugar y estar ahí mismo?
“Ahora estás a menos de 10 clics de ver una imagen en Instagram y comprar un boleto para ir allí”, dice Chris Burkard (@chrisburkard), un fotógrafo con más de dos millones de seguidores en Instagram. “He conocido a personas que han viajado a lugares debido a mis fotografías, y no lo digo de una manera egoísta… [Eso] no estaba sucediendo hace 10 años”.
https://www.nationalgeographic.com/travel/article/how-instagram-is-changing-travel
Quizás te interese leer “Etiqueta en la montaña“
¿Qué se está haciendo?
El movimiento Leave No Trace tiene escrita una guía para gestionar el contenido que subimos a las redes sociales.
En pocas palabras, esta guía tiene como objetivo transmitir que debemos ser conscientes antes de geolocalizar una foto o indicar la ubicación exacta. También prestar atención a lo que queremos transmitir al mostrar una imagen.
Algunas cuentas de Instagram llegan a miles de personas. Sus posteos a veces tienen un alcance de millones.
Se puede aprovechar la masividad de ese posteo para ayudar a educar a los visitantes y cuidar los lugares. Captar la atención de las personas a través de la imagen y comunicar la importancia de nuestros actos para conservarlo.
El sitio de la provincia de Columbia Británica en Canadá también impulsa el mensaje de no geolocalizar una foto. ¿Porqué es esto?
Que la información de la ubicación y acceso sean más difíciles de conseguir hace que haya que esforzarse más. Entendiendo que las personas que realmente les interesa la naturaleza y son por consiguiente quienes la cuidan en definitiva también son quienes van a poner este esfuerzo extra.
También promover otros lugares y estaciones del año como alternativas a las temporadas altas y picos de afluencia de turistas.
Ser transparentes con lo que mostramos. El encuadre de una foto puede transmitir soledad y el reencuentro con uno mismo mientras se admira el infinito al borde de un precipicio, pero si atrás hay un puesto de panchos y una fila de 100 personas esperando conseguir la misma foto estamos dando una idea equivocada.
Después de algunos años de promoción, Islandia vio como sufrían también el colapso y el impacto en sus áreas naturales. Por lo que su gestión del turismo y su promoción en las RRSS cambió de enfoque.
Específicamente trabajan conceptos que para nosotros pueden ser impensables:
- DEMARKETING y DECRECIMIENTO TURÍSTICO.
Han promocionado mediante el hashtag #IcelandicPledge una serie de principios que funcionan como un juramento, un compromiso de turismo responsable entre los que se destacan:
- Prometo ser un turista responsable
- Cuando explore nuevos lugares, los dejaré tal y como los he encontrado.
- Tomaré fotos sin ponerme en riesgo.
- No me aventuraré fuera de las rutas establecidas.
- Únicamente aparcaré en los lugares designados para tal fin.
- Cuando quiera acampar, lo haré dentro de un camping autorizado.
- Cuando quiera hacer mis necesidades, no lo haré en la naturaleza.
- Estaré preparado para todo tipo de inclemencias meteorológicas.
En las islas Faroe en Escocia, tienen una semana al año “Cerrado por mantenimiento” y junto a voluntarios e influencers dedican esos días a tareas de limpieza y mantenimiento de las áreas explotadas y a difusión de campañas de concientización.
Y la cantidad de voluntarios no debe ser numerosa para ser congruentes con el meta mensaje de la campaña.
Yo entiendo que por estas latitudes estamos años luz de una gestión parecida. Y me imagino que el sólo hecho de cerrar un lugar turístico una semana con el único objetivo de generar conciencia puede poner los pelos de punta a muchos actores.
Pero al mismo tiempo hay que lograr pensar mas allá de nuestra nariz.
Si no se gestiona para el futuro, los recursos, incluso los turísticos, terminan aplastados por su propio peso, se agotan y esos atractivos no van a llamar la atención de nadie en pocos años.
¿Qué hacer?
Antes que nada el cambio empieza en uno mismo. Hacerse cargo y responsable.
Sospecho que así también crece una sociedad, desde el cambio individual, pero eso es para otra discusión.
De un lado u otro del mostrador es difícil. Si me pongo en el lugar de cualquiera que depende del turismo o simplemente le gusta viajar, me imagino que cuesta encontrar el equilibrio.
Incluso yo mismo pienso cómo seguir escribiendo en el blog, subiendo fotos o videos con respeto y responsabilidad de todos los lugares que me encanta recorrer.
Resumiendo lo que averigüé y con algunas cositas que se me ocurren ahora, puedo decir (ejem, ejem):
- Pensar antes de subir información sobre un lugar y qué implica ubicarlo en un mapa.
- ¿Está preparado ese lugar para recibir personas?
- Ayudar a generar conciencia para conservarlo.
- Tener en claro qué buscas con la imagen que estás compartiendo.
- De la cantidad de fotos o videos de un lugar decidir cuál de ellos lo refleja mejor. No tiene nada de malo transmitir el sentimiento que queramos pero que no sea lo único. Pensar que seguramente la imagen llegue a muchas personas. No deberían salir a buscar algo que no existe.
- Viajar con responsabilidad.
- Buscar lugares que no estén tan concurridos. Siempre hay lugares nuevos, alternativas igual de llamativas que la foto pero sin descubrir todavía.
- Pensá qué triste es hacer todo un viaje para ver la misma imagen que ya viste en un celular. Perderte todo lo que hay en el transcurso del paseo o simplemente girando la cabeza. Explorar, recorrer lugares, cambiar el enfoque, el encuadre.
Ya no se trata de ser egoístas con la información que tenemos. El problema ahora es otro, es totalmente distinto. Me refiero a regalarla. No tiene nada de malo en ayudar a otros a descubrir nuevos espacios, pero hacerlo a conciencia, en ámbitos de difusión responsables y hacerlo pensando en los efectos a largo plazo en el medio ambiente.
“Cuidar estos lugares no se trata de mantener a la gente afuera, evitar que vengan, sino de usar nuestra voz para hacer entender a la gente como lo pueden cuidar.”
https://youtu.be/iNrg4tXPWCA?t=365
Referencias
Estos sitios me ayudaron a cambiar de perspectiva. Espero te sirvan a vos también para ampliar lo que traté de explicar tan mal acá arriba.
- https://www.nationalgeographic.com/travel/article/how-instagram-is-changing-travel
- https://www.visitfaroeislands.com/closed/
- https://sensationalworld.is/the-icelandic-pledge/
- https://www.rei.com/blog/news/rei-presents-in-our-nature-is-photography-ruining-the-outdoors
- https://www.researchgate.net/publication/357180095_Explorando_el_impacto_de_las_redes_sociales_e_influencers_en_los_destinos_turisticos_del_overtourism_al_demarketing
- https://indomitus.eu/el-paisaje-secreto/
¡Mirá! La imagen destacada de este artículo es un dibujo de Violaine Dufourmantelle. Todavía estoy asimilando el hecho de haber participado en esta inspiración. ¡Muchas gracias Violaine!
4 Refugios Caminatas cortas Cerro Capilla Cerro López Estepa Fuera de pista GPS Huella Andina Laguna Negra Refugio Frey Refugio Jakob Solo huellas Travesias Trekking Log Tronador