Travesía Laguna Llum, Laguna Azul y Laguna Ilón (día 1/3)

Sí, el plan era ambicioso desde la partida. Y si le sumás que iría filmándolo ya empezás a cerrar los ojos sospechando en todo lo que puede salir mal intentando cumplir los tiempos.

El sábado a las 17hs. debería estar en Pampa Linda tomando el colectivo de regreso a Bariloche. Serían tres días recorriendo más de 50 kilómetros. Todavía tengo que hacer las cuentas para tener el número definitivo.

Los puntos del recorrido eran:

  • Primer día: Laguna Llum y el mirador de la isla Corazón (Piuké Huapi) 
  • Segundo día: Laguna Azul y cerro Capitán.
  • Tercer día: Laguna Ilón y mirada del Doctor.

Lo que escribo acá se trata en realidad de la desgrabación de audios que hice durante la caminata. Se me ocurrió que así tendría fresco en la memoria lo que había vivido y podría avanzar con el Blog más rápido en casa.

Pero los puntos más importantes del día van a ser:


El objetivo del primer día era conocer, finalmente, el recorrido que intenté en marzo de 2021.

Aquella vez, el plan que tenía en mi loca cabecita era caminar desde Jakob por el valle del arroyo Casalata hasta Los Césares (en el lago Mascardi) y desde ahí a laguna Llum.

Peeeero, pero, pero… el tramo entre Mascardi y laguna Llum está desatendido desde hace años y no pude encontrar la conexión del sendero. Así que esta vez (con más experiencia y conocimientos en el uso de GPS) intentaría conectar desde el otro extremo, haciendo Llum – Los Césares, en el lago Mascardi.  


Primer día: desde la cabecera norte del lago Mascardi a Laguna Llum y el mirador de la isla Corazón hasta el arroyo La Volteada

Son cerca de las 9 de la noche. ¿Qué hace la gente los jueves a la noche?

Yo, seguramente, estaría tratando de esquivar tener que hacer la cena para mi familia en casa.

Pero hoy estoy solo, acá en el lago Mascardi. Estoy en la desembocadura de un arroyo que se llama La Volteada. Justo enfrente, en la costa opuesta del lago, está el camino vehicular (ruta 82) que une la ruta 40 con Pampa Linda, así que cada tanto se escucha algo de tránsito.

En esta margen del lago, el terreno baja con un desnivel bien marcado. Pero este arroyo fue formando una explanada en forma de semicírculo, una zona boscosa amplia con playas sobre el lago. 

En un extremo de estas playas, hacia el este, se ve el cerro Mora y abajo en el lago una parte de la isla Corazón o Piuké. Hacia el oeste está la zona de Los Césares y atrás se levanta imponente como de costumbre el cerro Tronador

Trekking a Laguna Llum

Vista de la laguna Llum
Laguna Llum vista desde el sendero al mirador

Si llegaste hasta acá buscando cómo es el trekking a laguna Llum no desesperes: te lo resumo en unas líneas.

Trekking a Laguna Llum
DistanciaDesde el inicio del sendero en el camping:
hasta laguna Llum: 6 kilómetros (ida)
hasta mirador de la isla Corazón: 10 kilómetros (ida)
DificultadFácil/Media – el sendero no está mantenido/hay ramas y árboles- (*)
TiempoDesde el inicio del sendero en el camping:
hasta laguna Llum: 2 horas (ida)
hasta mirador de la isla Corazón: 3 horas (ida)
¿Qué vas a ver?Es una caminata por el bosque de coihues.
Vas a pasar por la playa Leones, la laguna Llum y podés llegar al mirador de la isla Piuké o Corazón
  • Se sale desde el camping Relmu Lafken en el Mascardi. Podés dejar el auto en la ruta o en el camping.
  • El sendero está marcado y señalizado en su mayor parte, aunque (a esta fecha – diciembre 2022) tiene poco mantenimiento, por lo que hay tramos con la vegetación tapándolo.
  • Tiene muy poca pendiente hasta llegar a playa Leones (a una hora del inicio) y desde ahí empieza a subir lentamente hasta llegar a la laguna Llum (una hora más).
  • Todo el recorrido es en un bosque de coihues.  
  • Desde la laguna se puede seguir una hora más hasta llegar al mirador de la isla Corazón.   

Si querés más detalles, lo que sigue a partir de acá es el relato de mi primer día haciendo la travesía. 


Hoy a las 8 de la mañana inicié la caminata desde la playa norte del lago Mascardi, muy cerca de la ruta 40 entre Bariloche y El Bolsón, dónde está el camping Relmu Lafken

Si bien no tenía en los planes empezar a caminar con frío y viento (al menos tampoco me lo anticipó el pronóstico) apenas llegué a la playa tuve que sacarme las zapatillas para empezar a vadear arroyitos helados que desembocan en el lago. 

El más importante para cruzar sería el arroyo Fresco pero hay un puente de madera para cruzar con mucha concentración.

Ya había completado el registro de trekking en la página de Parques, pero pasé igualmente por la zona del camping y me anoté en un cuaderno aclarando que mi destino del día sería el área de los Césares. 

La caminata empezó muy tranquila, sin desniveles importantes pero terminó siendo intensa. Y eso que ni siquiera sospechaba lo que vendría durante el segundo día.

Desde el camping hasta la laguna Llum, el sendero transcurre por debajo de un bosque cerrado de coihues y cipreses. Los coihues son árboles nativos muy altos que crecen en lugares húmedos. De hecho, Co, en el idioma mapuche significa agua.

Claro que disfruto de una caminata por el bosque pero luego de algunas horas sin muchas variaciones en el paisaje, puede volverse algo tedioso. Prácticamente lo único que hay para ver, al menos durante dos horas, son solamente árboles y el lago pasa casi desapercibido.

Al sendero no se lo nota mantenido y todavía se lo distingue en realidad gracias al paso constante de las personas. 

Por esta falta de mantenimiento, concretamente recuerdo un sector donde hubo una caída de coihues muy grandes y el sendero desapareció por completo.

Hasta encontrarlo de nuevo (gracias a unas bolsitas anudadas en ramas) caminé por estos troncos enormes como pasarelas sobre el suelo lleno de ramas quebradas.

Playa Leones

Hubo dos sorpresas en playa Leones

Por lo cerrado y oscuro del bosque que me venía acompañando, descubrir la playa Leones fue un hermoso descanso. 

El sol de la mañana iluminaba la playa y hacía brillar los distintos tonos verdes del agua. La playa está al reparo del viento así que el agua estaba en calma. 

Pero también me sorprendió encontrar algo de humo en el aire.

Desde lejos, antes incluso de bajar a la playa, vi un grupo de personas. 

Como es un día de semana, laboral, no esperaba encontrarme con gente y menos haciendo fuego en un lugar así. No conocía el sendero y no tenía otra que pasar por ahí. Por lo clandestino de la situación guardé el celular y me acerqué. 

Finalmente encontré que se trataba de un padre con un grupo de chicos que estaban acampando. Me contó que (escuchate esta) venían bajando desde el refugio Frey y planeaban llegar también a Los Césares. Según me contó, se quedaron sin gas en las garrafas y no tuvieron otra que hacer fuego.

Tendría más noticias de ellos más tarde.


Laguna Llum

Continué la caminata entrando de nuevo al bosque. En esta parte empezaron a aparecer (en más cantidad) las cañas colihue que tapan el sendero. Por momentos me costaba bastante poder avanzar.   

Apareció la laguna totalmente en calma y de color verde muy profundo, rodeada por el ambiente bien espeso del bosque. Otra vez desde lejos noté la presencia de más personas en el lugar. 

Como estaban pescando (revoleando la tanza con la latita) en la margen opuesta de la laguna, traté de que no me vieran y seguí caminando hacia el mirador de la isla corazón

Bordeando la laguna, tuve varias caídas y tropezones. En esos tramos donde el sendero está tan cubierto, por la cantidad de ramas que me tapaban la vista no veía ni siquiera mis pasos o dónde estaba pisando concretamente. 

El mirador de la Isla Corazón (Piuké Huapi)

Isla con forma de corazón sobre el lago Mascardi
Mirador de la isla Corazón

Cómo llegar al mirador de la isla corazón

El mirador está a una hora de la laguna Llum.

Después de dejar atrás la zona de la laguna empezó la etapa hacia el mirador de la isla Corazón. La subida la hice con bastante calor porque el bosque ya no es tan alto (sigue bastante cerrado al paso) y el sendero aparece más expuesto al sol.

El desvío al mirador de la isla Corazón

Casi al final de la pendiente se distingue una pirca que señala el desvío hacia el mirador a la isla Corazón del sendero que sigue a Los Césares.

¿Vale el esfuerzo?

Mirá, voy a ser sincero. Si de un lado tenés una islita y del otro continúa el Mascardi con el Tronador de fondo, en la comparación la isla sale perdiendo.

lago mascardi tronador s
Vista al lago Mascardi, Tronador, Cresta de Gallo y Bonete

No voy a negar que es curiosa la forma de corazón que esta perspectiva le da, pero no es más que eso. Ojo, para mi.

Además está el esfuerzo que hace falta para llegar hasta ahí sobrellevando el sendero tapado de ramas. Si es solamente para ver la isla, al menos en mi caso, paso. Pero gracias igual.

Desde el mirador hasta el arroyo La Volteada

Desde este punto en adelante ya sabía que se venía el tramo que más expectativa me había generado.

Según las averiguaciones previas que venía haciendo, esta parte del trayecto era la que estaba en peores condiciones

Con la vista del cerro Tronador, el Cresta de Gallo y el Bonete (que será el rumbo de mañana) me tomé unos minutos para comer y reponer algo de energía. 

Y desde ahí empecé a bajar hacia este lado del Mascardi. 

Ahora que completé este recorrido, según mi experiencia, en realidad se avanza bastante bien hasta cierto punto. La bajada desde el mirador de la isla Corazón hacia el Mascardi con dirección a Césares tiene mucha pendiente por lo que hay que hacerlo cuidando cada paso.

Pero en este tramo el sendero está marcado y señalizado.

El sendero se pierde

Ahora bien, una vez que se termina de bajar y el bosque vuelve a tapar el sol, empieza una sección compleja del recorrido. Es que el bosque avanzó tanto sobre el sendero que no se lo distingue.

Sin un GPS hay que recorrer un poco la zona con algo de sentido común. Como tratando de seguir el rumbo que se traía antes de perder de vista el sendero. Eventualmente se lo recupera.

Pero hay que saber ubicarse y tomar algunas referencias. De otra forma creo que es muy fácil perderse.

En ese limbo que viví entre estar algo extraviado y con rumbo decidido, pude disfrutar de un bosque distinto. Más verde en el suelo esponjoso, con algunas flores y hojas que lo tapan todo. Sin un sendero claro, cuidé cada paso para no tropezarme o hundir el pie en algún sector peligroso.

Cuando pude relajarme porque volví a estar sobre el sendero bien marcado, el telón de troncos y árboles empezó a correrse para dejar ver el verde profundo y esmeralda de las aguas de este lado del Mascardi.

Ya sabía que que estaba muy cerca de esta playa (La Volteada) y avancé más allá de la sed y el cansancio. En realidad hay que saber parar y recuperarse porque pueden aparecer accidentes justamente por el cansancio, por pisar mal, pero sentía que estaba avanzando con buen ritmo y no quería perderlo. 

Arroyo La Volteada

Después de otra bajada intensa, de nuevo sin ningún sendero, encontré la playa. Qué alivio. 

la volteada1 s
Playa en el sector del arroyo La Volteada

¡Recién eran las 3 de la tarde! Todavía pegaba muy fuerte el sol así que dejé la mochila en la costa y me metí al agua. 

Qué hermosa sensación refrescarse en el lago después un día tan intenso. Me saqué de encima la tierra, la transpiración, las hojitas que me habían quedado en el cuello, en el pelo (en distintas partes del cuerpo en realidad) de tanto caminar entre ramas. 

Era temprano y podría haber seguido caminando al menos hasta la zona de Los Césares, pero preferí quedarme y descansar

Al sol de esa tarde en absoluta calma y soledad, frente al Tronador, terminé durmiendo una siesta y disfrutando un hermoso atardecer.

Perdidos

Un par de horas después, escuché el ruido de un motor muy cerca. Se trataba de una lancha que se alejaba de la playa. Había dejado al padre y los chicos que me había encontrado a la mañana en playa Leones.

Hablando con ellos se habían perdido en el tramo complejo que te conté arriba y terminaron bajando a la playa para pedir ayuda a alguna embarcación.

Atardecer del primer día

Ahora, en esta tranquilidad, rodeado de un inmenso silencio, mientras le hablo a este celular, se pueden ver algunas truchas saltando y la estela de un pato que pasa. En ese lienzo blanco (tan blanco) del cerro Tronador se pinta en distintos lugares de rosa y naranja. 

El atardecer es tan calmo y perfecto que no puedo dejar de verlo. ¿Te pasa que mirás un paisaje tanto tiempo que podrías fijarlo en la nuca, como una radiografía? 

También espero que finalmente pueda llevarme estos momentos. Que en otra vida los sueñe o al menos me lleguen sin explicación, rápidos y brillantes como uno de estos últimos reflejos de sol que estoy viendo en el agua.  

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Atardece en el Tronador

▶ La travesía continúa en Laguna Azul y cerro Capitán.

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