Todo empezó con un mensaje de WhatsApp.
Mi hermano me propuso subir al cerro López con la segunda intención de que le retruque la ruta de los Palotinos.
Pero, ¿cómo pasamos de un paseo al cerro López a una travesía de 25 kilómetros en un sólo día?
Observá mi capacidad de complicar las cosas en dos segundos.
El contexto
Las rutas a la cima del cerro López
Para llegar a la cima del cerro López, en el Pico Turista, hay básicamente dos rutas:
- La tradicional desde el arroyo López en Circuito Chico
- La ruta tradicional sube desde el arroyo López hasta el refugio López (unas dos horas de ascenso) y desde ahí sigue una hora más hasta el Pico Turista a través de la olla del López.
- La ruta de los Palotinos desde Bahía López, también en Circuito Chico
- Por Palotinos se llega directamente al filo del cerro en el Pico Norte en 4 horas y desde ahí quedan unos 40 minutos hasta el Pico Turista
Nieve
A fines de diciembre (30 de diciembre exactamente) la olla del cerro López todavía mantenía una cantidad importante de nieve.
Si las condiciones de la nieve en primavera son muy tramposas imaginate cómo pueden estar con el calor de los primeros días del verano.
Desde el refugio prohibían el ascenso a Pico Turista
Justamente teniendo en cuenta la inestabilidad de la nieve, también estaban prohibiendo desde el refugio López para quienes intentaran subir hasta el Pico Turista. Con toda la razón.
Algo de experiencia
Además personalmente ya había pasado por la experiencia de haberme caído, metí la pierna en una cueva de nieve hacía muy poco (fue en la laguna de los témpanos). Fue sólo una anécdota pero en otro lugar puede ser peligroso.
El plan
Por todas estas razones se me ocurrió evitar la ruta al Pico Turista a través del refugio y subir directamente por Palotinos. La cara oeste del cerro ya estaba limpia de nieve.
Pero, ¿qué podíamos hacer una vez en el filo?
Porque estábamos en la misma: tampoco quería transitar en bajada sobre la nieve de la olla hacia el refugio. Los peligros eran los mismos
Se me ocurrió evitar a toda costa la nieve sobre la olla y subir desde el pico Norte al Pico Turista del cerro López siguiendo el filo, por el lado oeste, el que está expuesto al sol y pierde la nieve en poco tiempo.
Ya estás viendo cómo la caminata al cerro López (una de las caminatas más sencillas de la zona) se va transformando en poco tiempo, ¿no?
Y desde ahí (ante la imposibilidad de bajar al refugio) seguir camino completando la travesía a Laguna Negra y volver a Colonia Suiza.
Esta es, en realidad, una reedición de la misma travesía que hice hace algunos años. Aquella vez, en cambio, la hice en dos días. Siempre tuve la duda si sería posible hacer todo el recorrido en un sólo día.
Palotinos
No me voy a extender sobre la ruta de los Palotinos porque ya tengo bastante escrito. Sólo voy a recordar sus puntos más importantes:
- Suelen ser unas cuatro horas trepando (varias veces con la ayuda de las manos) por lugares expuestos, sin fuentes de agua y sin protección del sol. Lo ideal es empezar temprano.
Y así fue: 7.15hs estábamos empezando a subir y tres horas y media después estábamos en el Pico Norte, en el filo del cerro López.
Con una merienda rápida continuamos según el plan hacia el Pico Turista.
La ruta más filosa
La ruta normal desde el Pico Norte al Turista se hace bajando un poco a la olla (hacia el este). Te dejo la ruta normal por la olla que alguna vez nos mostró Luca Rosso.
Pero ya te conté que la cantidad de nieve en esa olla y la inestabilidad de la época no me daban tranquilidad. Por eso seguimos subiendo y transitando bien pegados al filo del cerro.
La ruta por el filo (sobre el oeste) no fue nada sencilla tampoco. Al no ser la ruta usada normalmente, las piedras lajas están muy inestables.
Media pierna
Y así fue cómo en un descuido pisé alguna roca más floja de lo normal y provoqué un desmoronamiento. Esto hizo que recibiera un golpe en la pierna derecha. Justo sobre el hueso de la tibia.
Sí, ¡qué dolor!
¿Viste cómo es que los recuerdos se fijan si están ligados a un hecho emocional?
Mientras las rocas caían y seguían golpeándose, desprendían un olor a pólvora que no me puedo olvidar. Al mismo tiempo, la herida empezó a sangrar con muchas ganas.
El descuido salió baratísimo porque pude haber dejado media pierna allá arriba. Apenas resultó en una herida superficial, el dolor por el golpe y el susto.
Enseguida, me senté y saqué de la mochila el botiquín para detener el sangrado y empezar las curaciones, entre el revuelo de tábanos que no entendían la gravedad de la situación.
Con algo de dolor (que decidí ignorar), seguimos por el filo buscando siempre el mejor lugar para transitarlo. Es que las rutas más afiladas también traen consigo el riesgo de llegar a un punto donde no se pueda avanzar, con caídas verticales hacia adelante.
Eventualmente, cerca del mediodía llegamos al Pico Turista.
El acarreo del López
Sin ventajas
A esta altura del día ya habíamos perdido la ventaja que traíamos contra el sol y los tábanos. No quedaba otra que renovar el protector solar y soportar estoicamente el ataque de los tábanos.
Honestamente, Marco Aurelio estaría avergonzado de las puteadas y nos pediría seguir alguna otra vertiente de filosofía.
También es necesario reconocer que la subida por Palotinos había limado las piernas. Y la ruta por delante iba a seguir siendo muy exigente.
Con ese cansancio, los tábanos y el calor del mediodía, empezamos el lento y cuidado descenso por el acarreo del López hacia el valle del sur. Si bien había cierto apuro en llegar al fondo del valle no quedaba otra que bajar despacio.
Allá abajo, el valle nos esperaba con agua y sombra.
El valle de los tábanos
Pudimos refrescarnos con el agua pero la sombra fue imposible de disfrutar. Imagino que al ser un lugar con tanta humedad los tábanos estaban en un cumpleaños. No había forma de mantenerse quieto.
Así que huímos. No tengo vergüenza en reconocerlo.
Bailey Willis
No quedó otra que escapar hacia el filo del Bailey Willis. En esa subida teníamos la esperanza de encontrar ráfagas de viento que ahuyente los tábanos.
La subida se hizo larga. A veces caminando sobre manchones de nieve derritiéndose y otras completando el zig zag sobre el faldeo del cerro, llegamos a la gran pirca (o apacheta) que marca el paso hacia Laguna Negra. Ahí arriba, el viento era un alivio al calor.
Quedaba el paso final hasta el otro filo del cerro con vista a la laguna y desde allí la bajada. Que hicimos en tiempo récord, esquiando con zapatillas sobre la nieve.
Laguna Negra
Si los tábanos nos echaron de aquel valle, la gente lo hizo de Laguna Negra. Y siempre digo lo mismo, la peor época para hacer caminatas es enero: por los tábanos, el calor y la cantidad de personas que llenan todos los senderos más conocidos.
Así que solamente pasamos de largo por la laguna.
La ruta desde aquí es la ya conocida de Laguna Negra. Con los pies empapados de tanto deshielo seguimos bajando el caracol.
La tarde nos encontró con el agotamiento normal de un día de tanto esfuerzo, la sensación de hinchazón en la piel, algo cocinados por el sol y rebozados de tierra suelta.
¿Conocés ese agotamiento muscular, no? Ni siquiera querés darte el lujo de sentarte y descansar porque en realidad querés llegar. La cabeza está como embotada, nublada por el esfuerzo y (en este caso) con un único objetivo: llegar al local de Berlina en Colonia Suiza.
Las piernas se mueven por default. Prácticamente ya no hay conversaciones y ni siquiera la aparición de un pájaro Carpintero nos enterneció.
El enfoque estaba puesto en la IPA al final del camino.
El peor final
El celular tenía una humilde H en su display y luchaba por enviar un “llegamos” a la familia.
Ya casi que saboreando el refrescante amargor del lúpulo llegamos al final del recorrido. Y sintiendo las burbujas chispeando en el paladar encontramos la calle de Colonia Suiza demasiado tranquila. Y no me gustó nada.
Empecé a torcer la boca, sospechando y confirmando: el local está cerrado.
¿Qué clase de comerciante inescrupuloso pone una cervecería en semejante lugar estratégico y lo cierra tan temprano?
Tan ominoso final no podía opacar tanto esfuerzo. Habíamos recorrido casi 26 kilómetros en total, subido la ruta de Palotinos, luchado con los tábanos sobre lajas inestables, bajado el pedrero del López bajo el sol del mediodía de verano, trepado el Bailey Willis y esquiado al borde de la Laguna Negra.
No sería lo mismo, pero de una góndola de supermercado obtendríamos nuestra recompensa.
¿Cómo es la travesía del Cerro López a Laguna Negra?
Como cualquier travesía en Bariloche, la Travesía López a Laguna Negra es una caminata intensa y desafiante.
Pero al mismo tiempo te lleva a través de los paisajes más hermosos que puedas descubrir en la Patagonia.
En esta variante de la travesía, el recorrido comienza en la Bahía López del lago Nahuel Huapi. Sigue la ruta de los Palotinos hasta la cresta del cerro. Desde allí, se camina por el filo hasta el Pico Turista, antes de descender por un pedrero muy exigente hacia el sur, hacia un valle en las nacientes de un arroyo.
Resta una última subida, esta vez al cerro Bailey Willis. Desde donde queda el descenso a la Laguna Negra.
En total, la caminata hasta la laguna tiene aproximadamente 15 kilómetros de largo y a la mayoría de las personas les lleva entre 7 y 9 horas completarla.
La ruta de los Palotinos es muy particular. Es empinada, expuesta, sin protección del sol y no tiene fuentes de agua. Es importante empezar temprano en la mañana para evitar el calor y llevar suficiente agua (mínimo dos litros) en la mochila.
Desde el Pico Turista aparecen las mejores vistas, impresionantes panorámicas de las montañas y lagos de los alrededores. El descenso a Laguna Negra es relativamente sencillo, e incluso podés refrescarte con un chapuzón en la laguna, quedarte a pasar la noche o seguir camino unas tres horas más hasta Colonia Suiza.
Si decidís continuar, el tramo final es una caminata por el caracol de regreso a Colonia Suiza. Este es un sendero relativamente fácil y te llevará de regreso al punto de partida. La única contra es el cansancio acumulado del día.
En general, la Travesía López a Laguna Negra es una caminata desafiante pero gratificante que seguramente te va a dejar recuerdos inolvidables.
Este es sólo el relato de mi experiencia. Comparto esta información para darte una idea general de las rutas y experiencias. No asumo responsabilidad por posibles inexactitudes, errores u omisiones.
La información oficial sobre los senderos del Parque Nacional Nahuel Huapi están disponibles en su sitio oficial https://bariolochetrekking.com y a través de sus medios de contacto.